Se acabó la suerte de varas. Y si no vean: su finalidad es mermar la fuerza del toro y ahormar su cabeza. El toro, debe tras ponerle en suerte, estar parado, quieto frente al caballo del picador, de forma que pueda demostrar su bravura al decidirse a acometerle sabiendo qué hace, incluso en los siguientes y subsiguientes puyazos, después de conocer el castigo del picador.
¡Qué ignorancia cuando se pide que al primer puyazo se coloque al toro de largo!. Al toro se le pone de cerca a lejos, puyazo tras puyazo, para que se entere del castigo y demuestre su bravura.
Hay que saber que la suerte de picar consta de tres tiempos: cite, reunión y salida.
El cite se consigue moviendo al caballo hacia adelante y atrás (hay que se ser jinete para ello, cosa que los piqueros actuales solo hacen montándose, sin más, en un caballo, en muchos casos jamelgo) y hasta llamando al toro con la voz del picador.
Cuando el toro acomete al caballo y llega a jurisdicción, ahí está la reunión, el picador debe colocar la puya en el cerviguillo para ahormarle la cabeza, cargar la fuerza de su brazo sobre el palo y dar salida al toro por la derecha, sacando al caballo por la izquierda. Ultimo tiempo de la suerte.
Nada de ello se hace ahora. Ni se pica en lo alto del morrillo, habiéndolo llamado en condiciones y ni se da salida al toro.
Toda la suerte, dice el Reglamento Taurino, se hará donde el lidiador lo estime oportuno, pero el sitio adecuado para apreciar la bravura del toro será en el extremo opuesto de la salida de chiqueros (en Las Ventas, tendido 8, pegado al 7). También, si se quiere, aparte de pequeñas minucias establecidas en el Reglamento, como que el picador cuidará que el caballo lleve tapado sólo su ojo derecho (claro, que si de ello tampoco cuida el Sr. Presidente de la corrida no lo va a hacer el picador por la cuenta que le trae) y que los lidiadores de a pié se vayan por la derecha del caballo. Pues ahora vean lo que pasó en nuestra corrida con el descontrol más absoluto de matadores y subalternos.
¡Qué ignorancia cuando se pide que al primer puyazo se coloque al toro de largo!. Al toro se le pone de cerca a lejos, puyazo tras puyazo, para que se entere del castigo y demuestre su bravura.
Hay que saber que la suerte de picar consta de tres tiempos: cite, reunión y salida.
El cite se consigue moviendo al caballo hacia adelante y atrás (hay que se ser jinete para ello, cosa que los piqueros actuales solo hacen montándose, sin más, en un caballo, en muchos casos jamelgo) y hasta llamando al toro con la voz del picador.
Cuando el toro acomete al caballo y llega a jurisdicción, ahí está la reunión, el picador debe colocar la puya en el cerviguillo para ahormarle la cabeza, cargar la fuerza de su brazo sobre el palo y dar salida al toro por la derecha, sacando al caballo por la izquierda. Ultimo tiempo de la suerte.
Nada de ello se hace ahora. Ni se pica en lo alto del morrillo, habiéndolo llamado en condiciones y ni se da salida al toro.
Toda la suerte, dice el Reglamento Taurino, se hará donde el lidiador lo estime oportuno, pero el sitio adecuado para apreciar la bravura del toro será en el extremo opuesto de la salida de chiqueros (en Las Ventas, tendido 8, pegado al 7). También, si se quiere, aparte de pequeñas minucias establecidas en el Reglamento, como que el picador cuidará que el caballo lleve tapado sólo su ojo derecho (claro, que si de ello tampoco cuida el Sr. Presidente de la corrida no lo va a hacer el picador por la cuenta que le trae) y que los lidiadores de a pié se vayan por la derecha del caballo. Pues ahora vean lo que pasó en nuestra corrida con el descontrol más absoluto de matadores y subalternos.
Extracto de la crónica del 19 de julio en Las Ventas escrita por Paco Ruiz.
Foto: ToroAlcarria
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