Como cada 16 de Agosto el epicentro taurino de la comarca es Brihuega, su encierro por el campo declarado, de interés Regional. Acogiéndose al nuevo reglamento, se soltaron cuatro toros en puntas, marcados a fuego con el hierro , sevillano de Hato Blanco, adquiridos, en la ganadería de Sandra Sopeña, goza de un gran prestigio y manejo con una impresionante parada de bueyes. Fue necesario usar un sobrero del mismo hierro.
Muchas fueron las especulaciones entre los corrillos de los aficionados, si eran muy grandes, pesados, sino no subirían al llano, ect... Como siempre la ultima palabra la tienen los toros.
Tras el parapachumba, los cuatro astados salen a las calles, una multitud de corredores les esperan, realizando bellas y buenas carreras siempre cuesta arriba. Algún percance se vivió en la zona de las piscina.
Yo me situé al inicio del camino donde las naves, los primeros en llegar son media docena de caballos y dos astados, los otros subieron por los valientes corredores, citando y aguantando los envites.
Los dos primeros rápidamente sin pararse coronaron el llano, posterior mente se situaron en un vallejo, a cobijo.
Los otros dos uno a uno fueron conducidos hasta arriba al llano, no sin ello vivir alguna que otra situación de peligro, con alguna arrancada.
Uno de ellos tras protagonizar una trágica cogida a un caballo, cogió hilo bajo del tirón a gran velocidad hasta el corral en la plaza San Felipe. En torno a las 5:30 se juntaron en la plaza San Felipe tres astados.
Desde estas lineas no entiendo la masiva presencia de la Benemérita, pues consolidado la no existencia de vehiculos a motor, con la sola participación de gente a pie y caballos autorizados. Por un momento era como si echásemos la vista atrás, con carreras desmedidas de los jinetes de tricornio, injustificables yo en dos ocasiones me tuve que retirar por no ser arrollado por ellos.
¿ Esto es lo que lleva ser de interés regional? .....
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